La semana pasada Apple volvió a estar en boca de todos y no necesariamente por el buen desempeño de los nuevos iPhone 6s y 6s Plus, sino todo lo opuesto. El famoso ChipGate se hizo conocido porque el procesador A9 de los nuevos dispositivos de la compañía son fabricados por diferentes empresas, Samsung y TSMC, con diferencias en la autonomía final del dispositivo.
Si bien un día después desconocer el suceso, Apple se manifestó rechazando diferencias entre ambos procesadores, las pruebas por propios usuarios y empresas con conocida reputación confirmaron que el rendimiento de los procesadores era diferente, teniendo una ligera ventaja en autonomía por el procesador construido por TSMC de 2 horas, frente al ensamblado por Samsung.
Pues bien, este incidente llegó a las oficinas del gobierno de Taiwán, quiénes han decidido investigar a fondo lo ocurrido. Los encargados de estudiar y revisar el suceso serán el Departamento de Protección al Consumidor y la Comisión Nacional de Comunicaciones (NCC).
Las entidades taiwanesas realizarán todo tipo de pruebas para comprobar si en verdad el famoso ChipGate es cierto, si confirman que en verdad hay una diferencia obligarán a Apple a ofrecer un cambio de dispositivo u ofrecer un descuento por vender un producto de menor rendimiento.
Este problema también podría haber sido el motivo por el cual Apple ya no desea que Samsung fabrique sus procesadores de hoy en adelante, teniendo la máxima responsabilidad TSMC. Por último, no se sabe si esta investigación que realizará el gobierno de Taiwán también se dará en otros países, pero todo apunta que podría extenderse a países europeos.
Fuente: PatentlyApple
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