Después de meses de especulaciones y de rumores cada uno más increíble que el otro, parece que al final, según fuentes que se pueden considerar confiables, el nuevo iPhone prescindiría del Touch ID, herramienta de verificación de identidad a través de la huella dactilar presente en los teléfonos de Apple desde el 2013 y que ya para muchos usuarios resulta de uso esencial.
La información la hemos recibido de otras varias fuentes en las últimas semanas, pero esta vez llega desde el Wall Street Journal, por lo que podríamos considerarla válida y con un nivel de confiabilidad más alto, lo cual significaría que, 4 años después de su estreno con el iPhone 5s, Apple estará prescindiendo de este control de seguridad biométrico para pasar lo siguiente: el reconocimiento facial 3D.
El Touch ID se estrenó en el iPhone 5s en el 2013
El problema y la principal razón por la cual Apple llegaría a omitir la presencia del Touch ID en su nuevo modelo tope de línea (los otros sí lo incluirían) es que todo estaba planeado para incluir este sensor por debajo del vidrio en la parte frontal, algo que finalmente, como en el caso de Samsung, no ha sido posible, por lo que la compañía de Cupertino ha optado por retirarlo del todo al no encontrar un lugar adecuado para su colocación.
Debemos suponer que no querían ponerlo en cualquier lugar y así sacrificar el cuidado diseño del nuevo terminal.
Para todas las funciones para las que usábamos el Touch ID ahora tendremos que usar el nuevo reconocimiento facial 3D que incluirá el nuevo iPhone. Si creen que no se acostumbrarán a este cambio, probablemente deberán seguir con su iPhone 7, o ir por el iPhone 8 o el iPhone 8 Plus si en verdad quieren renovar.
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