El término ‘jailbreak’ de repente es reconocido por algunos usuarios de IOS. Se puede decir que es un sinónimo de ‘rooteo’, que se aplica a dispositivos Android, pero con mayor dificultad en su realización debido a las restricciones que coloca el fabricante del SO, en este caso Windows Phone.
Los desarrolladores entienden que es la acción para poder eliminar las restricciones que coloca el sistema operativo, en cuanto al uso de recursos del equipo, y su potencial para crear aplicaciones más útiles. Es decir, éste podrá acceder a registros, archivos ocultos, otorgar privilegios con el fin de usarlos para el beneficio de su trabajo.
Por lo tanto, para el usuario el término se reduce simplemente a poder instalar y usar este tipo de aplicaciones que añadirán nuevas funciones y mejoras, tal vez mediante la ejecución de archivos .exe o de otras tiendas diferentes al Windows Phone Store.
Cabe resaltar que sólo se puede realizar con Windows Phone 7 o 7.5, por el momento, y podemos adquirir la herramienta necesaria en la tienda de Windows (WPS). Cada herramienta a usar depende del tipo de marca del smartphone. Por ejemplo, Windows Break para Samsung, Iterop Unlock para LG y Reality ROM para Nokia, etc.
Existen más tipos de herramientas en WPS y cada una de ellas tiene un proceso distinto para realizar el jailbreak. Se recomienda realizar un backup antes de realizar estos métodos, para asegurar no perder información si nos equivocamos en el intento.
Sin duda muchos usuarios querrán realizar jailbreak para aprovechar al máximo sus equipos. Sin embargo, siempre hay ciertas desventajas como arriesgarte a perder la garantía, vulnerabilidades o simplemente una errónea ejecución de los pasos puede traernos dolores de cabeza. Aunque todo es superable se debe tener cuidado en el proceso. Queda en nosotros decidir usar o no esta opción interesante que posee nuestro Windows Phone.
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