Nuevo estudio prueba que los móviles no están relacionados con el cáncer

A nivel mundial tanto como a nivel local, existe una corriente anti-antenas de telecomunicaciones que evita que estas puedan ser desplegadas de acuerdo a las necesidades de los usuarios de determinadas localidades, perjudicándolos y restringiéndoles de su derecho a estar adecuadamente comunicados. La principal causa de esta fiebre anti-antenas es el temor de un sector de la población a sus emisiones de radiación y al efecto que aseguran causará en nuestra salud.

Sí, se piensa que la exposición a estas antenas podría producir cáncer.

Por supuesto que esto es algo que no ha podido comprobar ninguno de los abundantes estudios que han habido respecto al tema, por lo cual hasta el momento los detractores de las antenas y de los móviles solo tienen sus propias presunciones, basadas en hechos no científicos, para seguir sustentanto este miedo.

Estos grupos abundan

Es más, a falta de estudios que prueben que las antenas son cancerígenas, cada vez hay más estudios que prueban que no hay relación directa entre el cáncer y la exposición a los móviles y las antenas, siendo el más reciente de ellos el efectuado en la Universidad de Sidney que afirma que no hay mayor incidencia de casos de cáncer en los últimos 30 años a pesar de la masificación de los móviles en los últimos años.

Lo que hicieron los investigadores de Sidney fue básicamente recoger los datos desde 1982 al 2013 (30 años) y analizar qué tanto había aumentado la incidencia de cáncer cerebral (el más atribuido a la exposición a las antes y móviles). Naturalmente, los casos de este malestar no se vieron incrementados notoriamente, en especial cuando tomamos en cuenta que en ese periodo de tiempo ha habido un crecimiento exponencial de la tenencia de móviles y de la instalación de antenas para ampliar su cobertura.

Así que ya saben, si se topan con algún anti-antena, ya tienen un nuevo estudio para invalidar sus argumentos. Pero recuerden, siempre con respeto, que siempre va a ser más fácil convencer a alguien con pruebas que con insultos.

Fuente: Cancer Epidiemology