En los últimos 10 años, con el avanzar de la tecnología y el cambio en las preferencias y necesidades de los usuarios, los smartphones han ido cambiando, en algunos casos de forma bastante drástica.
Probablemente uno de los apartados donde más se nota esta evolución sea el del tamaño de las pantallas.
Pantallas allá en los 90’s
Y es que si bien en un principio, en la época de los primeros móviles, teníamos pantallas inferiores a las 2 pulgadas que servían perfectamente a su propósito de ver el número que marcábamos, quién nos llamaba y el eventual sms, ahora, con la cantidad de actividades que realizamos en nuestro smartphone, ya resulta impensable tener pantallas inferiores a las 4 pulgadas, las cuales en su momento era lo más grande que podíamos encontrar en el mercado.
¿Cómo ha ido cambiando este tema y qué tan rápido? Es algo que vamos a ver con la ayuda de 3 de las sagas de smartphones más representativas del mercado, las cuales, casualmente, parece que tendrán un aumento considerable de dimensiones para sus próximos representantes.
El primero es el iPhone, teléfono que podrá haber marcado la pauta en muchos aspectos, pero que para el tema de las pantallas (tamaños y resoluciones) ha estado un paso atrás desde hace ya varios años.
Cuando el iPhone medía 3.5 pulgadas de diagonal allá por el 2007 a todo el mundo le pareció bien. Cuando el iPhone 4s seguía midiendo 3.5 pulgadas, ya la gente pedía un aumento, un aumento hasta las 4 pulgadas que llegó con el iPhone 5, pero que sinceramente se quedó algo corto, en especial cuando la competencia Android ya tenía teléfonos de 4.7 pulgadas (y en resolución HD).
Lo bueno es que con el iPhone 6 finalmente Apple cedió ante el mercado e instauró el 4.7 como su diagonal (y 5.5 para su versión plus), aunque tal parece que se viene el siguiente gran cambio, con lo que tendremos una pantalla ahora de 5.15 pulgadas, el mismo tamaño que tiene Samsung desde su Galaxy S5.
Y ya que hablamos de Samsung, hay que decir que los coreanos siempre (o al menos al principio) apostaron por pantallas de gran tamaño, empezando con el Galaxy S que para la época era un teléfono bastante grande, quizás más de lo que el usuario promedio hubiera esperado.
Parece que el tema del tamaño le funcionó, porque hasta el Galaxy S5 la pantalla de sus terminales fue subiendo y subiendo hasta llegar a las 5.1 pulgadas que parece llegó a ser su punto de equilibrio. Al menos hasta ahora, señalando todos los rumores que el próximo Galaxy S tendrá nada menos de que 5.8 pulgadas de pantalla. Y su versión Plus tendría la increíble y monstruosa diagonal de 6.3 pulgadas.
No por nada los coreanos fueron los que inventaron las phablets con el Galaxy Note.
Por último tenemos a LG, los cuales, debemos decirlo, en un inicio fueron bastante seguidores de la tendencia del mercado, pero que fueron los primeros en incluir una pantalla de 5.5 pulgadas en un buque insignia, el LG G5. Y nada menos que en resolución QHD.
Claro, después han estado algo indecisos sobre si mantener o bajar la diagonal (en especial cuando lanzaron la serie V), pero tal parece que se han decidido a seguir creciendo por lo que su LG G6 tendría el mismo tamaño de cuerpo del LG G5, pero con una pantalla de 5.7 pulgadas, lo cual debería ser más que suficiente para satisfacer las necesidades de área de trabajo de casi cualquiera.
¿Veremos los smartphones crecer aún más? Pues nosotros pensamos que nos quedaríamos en las 5.5 pulgadas en promedio (las cuales son bastante populares, en especial en la gama media), pero tal parece que los fabricantes están decididos a eliminar marcos a lo loco y ofrecernos soluciones en las que tenemos móviles del mismo tamaño que en el 2016 o 2015, pero con pantallas significativamente más grandes.
¿Qué opinamos al respecto? Pues nosotros estamos encantados. Solo esperamos que las cosas se hagan bien, porque la última vez que alguien quiso meter más de la cuenta en un teléfono (ustedes ya saben quién), se terminaron por generar más problemas que soluciones.
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