Aquellos que contamos con Windows 10 hemos podido comprobar que es un sistema operativo sobresaliente, pero adicionalmente, está lleno de animaciones y efectos para que se vea más atractivo y moderno. No obstante, a algunos usuarios esas animaciones perjudica al rendimiento de su equipo, o sencillamente no les gusta; para ello existen formas de desactivarlas.
Existen dos formas para lograr este fin: Una, desactiva todas las animaciones, mientras que la otra permite elegir de forma manual cuáles quieres que sigan, y cuáles no.
La primera opción
Se consigue accediendo al Panel de Control (al tradicional, no al nuevo de Windows 10) escribiendo el texto “Panel de Control” en la barra de búsquedas de Windows. Allí accedemos al apartado de “Accesibilidad” y luego a “Centro de Accesibilidad”. Allí, accedemos a la sección de “Facilitar el uso del equipo” y marcamos la casilla que dice “Desactivar todas las animaciones no necesarias”.
El sistema será mucho más estático y sencillo, pero también mucho más rápido, algo especialmente útil en estaciones de trabajo antiguas.
La segunda opción
En el caso de los que quieran desactivar las animaciones de una forma más personalizada pueden desactivarlas una a una de la siguiente forma:
- Hacer clic derecho sobre el botón del menú de Inicio.
- Elegir “Sistema”.
- En esa ventana, acceder a “Configuración avanzada del sistema”.
- Allí, entre las opciones avanzadas, acceder a la Configuración de “Rendimiento”.
- En esta nueva ventana están todas las opciones que se pueden cambiar, desde desactivar la animación del sistema cuando minimiza las ventanas hasta las animaciones en la barra de tarea, entre tantas otras.
Una vez desactivemos las que deseemos sencillamente seleccionamos “Aceptar” y listo, las animaciones han sido suprimidas. De igual forma podremos restaurarlas si así lo deseamos.
Como dato adicional, estos últimos pasos funcionan también en Windows 8 y Windows 8.1.
Fuente: Lifehacker
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