En los últimos años, el vertiginoso avance de la tecnología ha hecho que dispositivos que en su momento fueron lo mejor que tenía un fabricante, pierda algo (o mucho) de su brillo frente a ofertas más actuales de la competencia o incluso de la misma casa. Por supuesto, esto no significa que no sigan siendo buenos terminales.
Así, nos encontramos con el enigmático caso del Xperia Z5, smartphone de Sony presentado a finales del 2015 que no ha visto una renovación local y que incluso ahora es lo mejor que tiene la marca para competir en este tan peleado segmento de la gama alta de smartphones.
Esta alargada vida del último de los Z (recordemos que ahora existe la serie X) naturalmente ha llamado nuestra atención, por lo que decidimos revisarlo nuevamente y ver cómo ha envejecido y qué tan buen equipo es a pesar del tiempo transcurrido.
Lo primero con lo que nos topamos es su diseño, donde, hay que decirlo, Sony no ha hecho muchos cambios en cuanto a esa forma marcadamente rectangular y a esos marcos que quizás ya necesitaba ser reducidos. Eso sí, en cuanto a detalles tenemos un acabado diferente en la parte trasera que le sienta increíble y un cambio en la botonera que sirve para introducir el sensor de huellas en el costado derecho.
Y no olvidemos que integra resistencia IP 68, cualidad que cada vez vemos en más terminales a nivel internacional pero que aquí integran recién unos pocos.
Podríamos decir que se trata de un clásico, algo que te gustará o no dependiendo de cuánto te hayan gustado los anteriores modelos de la línea Z.
En cuanto a rendimiento, el Xperia Z5 incluye un Snapdragon 810 en su 2da versión, por lo que si bien el teléfono se calentará en situaciones en la que se le exija mucho, no lo hará a niveles en los que sea difícil sostener el teléfono, algo que sís e reportaba en la primera versión de este ya famoso procesador.
A juego tendremos 3 GB de RAM, que en la práctica nos han demostrado que son suficientes para llevar el proceso de multitarea de manera más que fluida y que no nos tendrán pensando todo el tiempo en que actualmente hay móviles con 4 o hasta 6 GB de RAM.
Donde si tengo que decir mucho es en cuanto a la cámara. Y es que si bien sus resultados son fenomenales (y para comprobarlo les dejo un enlace con la galería de fotos que he logrado sacar), el tema de la rapidez al momento de tomar fotos es a veces frustrante.
El problema no es exactamente la velocidad con la que se saca la foto, sino que, posterior a cada toma, hay una especie de procesado que toma alrededor de medio segundo que impide tomar varias capturas consecutivas, lo cual puede llegar a exasperar dependiendo del momento en el que queramos tomar la instantánea.
Una excelente cámara, sí, pero este pequeño tema del procesado no me deja darle un puntaje perfecto.
Con el tema de la autonomía todo bien. No, no dura tanto como el Xperia Z3 (antes de actualizar), pero da un rendimiento por sobre el promedio que puede llegar a mejorar incluso más gracias a la ayuda del modo STAMINA.
Conclusiones
Entonces ¿Es el Xperia Z5 aún una opción frente tantos móviles nuevos que han aparecido en los últimos meses? Pues, tendríamos que decir que sí.
No vamos a mentirnos, hay ciertamente móviles más rápidos y con otros diferenciales que podrían dejarlo en la sombra, pero para aquellos que valoran lo que ha venido ofreciendo la línea Z por tantos años (el diseño, la resistencia a elemento, la cámara y la autonomía) y quieren un teléfono diferente, el Xperia Z5 se presenta como una buena opción a pesar de no ser lo último de lo último.
