Starlink; pros y contras del proyecto de Musk

Starlink; pros y contras del proyecto de Musk

 
 

Internet es una de las tecnologías más revolucionarias aparecidas en las últimas décadas y probablemente en la historia de la humanidad ¿exagerado? Pues no tanto si se tiene en cuenta que no solo ha posibilitado la aparición de las redes sociales, las plataformas televisivas de streaming que se han quedado con una cuota de pantalla descomunal y la aparición de un buen montón de influencers y nuevos famosos -y de paso ha colocado al alcance de todo el mundo la totalidad del conocimiento mundial, aspecto que para muchos parece secundario-, sino que el propio suministro de internet como producto de consumo se ha vuelto muy atractivo al tener potencialmente miles de millones de clientes, y por lo tanto no es de extrañar que empresarios como Elon Musk desarrollen sus propios proyectos como Starlink para suministrar internet a cualquier parte del mundo, una iniciativa que tiene sus claroscuros, como todo en la vida.

 

Ni un kilómetro cuadrado del planeta sin internet

 

Allá por el año 2015 el empresario, futurólogo y estrella mediática Elon Musk vio un nicho de negocio en la deficitaria cobertura de internet de banda ancha a un coste económico a nivel mundial, algo que podría ser fácilmente solucionado lanzando al espacio decenas de miles de satélites para que estos rodeasen el mundo en una especie de telaraña que cubriese todo el globo, algo que a pesar de ser extremadamente caro y todo un desafío tecnológico podría llegar a ser muy rentable y colocaría a Musk en una posición muy ventajosa con respecto a la competencia. Además, al contar con su propio vector para colocar los satélites en el espacio, las naves espaciales de la compañía SpaceX, los costos serían menores que en el caso de que fuese un proyecto de otro gran empresario que no contase con su propia agencia espacial privada.

De momento el proyecto se encuentra muy lejos de estar completo, pero lo que hasta hace poco parecía algo muy lejano ya se encuentra en fase de prueba o beta en numerosos países y cuenta con varios satélites orbitando el planeta, aunque de lo que sí que se encuentra muy lejos es de resultar rentable, al menos de momento, ya que se estima que en el año 2025 Starlink facture 30.000 millones de dólares cada año.

 

Inversión a futuro

 

Si una cosa caracteriza a los proyectos de Elon Musk es la de realizar gigantescas inversiones que tardan su tiempo en ser rentables, y en el caso de Starlink no es distinto a lo ocurrido con Tesla o con SpaceX -aunque Starlink de momento depende de SpaceX, no es una empresa totalmente independiente- así que el riesgo para terceras personas, ajenas totalmente a Starlink, de invertir en estos ambiciosos proyectos es alto -ya sea al invertir en acciones como CFD, que además tienen el riesgo añadido del apalancamiento, o invirtiendo en acciones directamente en bolsa-, aunque también lo es el beneficio que Musk espera obtener para sí mismo en el futuro.

En unas de sus últimas declaraciones, el creador de SpaceX admitió que de momento y durante un tiempo Starlink es una inversión deficitaria, tanto porque faltan usuarios como por el precio por el que se ofrece el mismo, que con el fin de atraer clientes se ofrece por debajo del precio que debería tener. A pesar de que esto último pueda sorprender no es algo tan extraño en el caso de nuevos productos tecnológicos, sin ir más lejos en el ámbito de las videoconsolas domésticas no es raro que en sus inicios las máquinas se ofrezcan incluso por debajo del coste de fabricación, bien porque la tecnología ha sido muy cara de desarrollar y para amortizarla habría que vender muchas unidades -esto suele pasar también con los sistemas de armas modernos- o porque la competencia es más barata. 

Por otro lado el inversor minorista puede intentar atenuar el riesgo de varias formas, por ejemplo estudiando todo lo posible sobre la compañía y las estrategias para negociar, y en el caso del trading de CFDs acudir a la página de Facebook del bróker puede ser una buena fuente para recopilar más información y, por supuesto, puede ser muy buena idea utilizar plataformas que protejan frente al saldo negativo, pero el riesgo cero no existe y por cada operación exitosa otras tantas fracasan, así que antes de arriesgar dinero se debe tener esto muy claro.

 
 

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