Últimamente así como Google gana aplausos también recibe bofetadas y es que usuarios del Nexus One han plantado gran «enojo» al saber que sus equipos consumen el 40% más de lo normal al usar Gingerbread, mientras que con Froyo solo aumentaba 2%.
Al parecer todo indica en que el sistema operativo no administra bien el gestor de aplicaciones cuando la pantalla esta apagada, ya existe un reporte de code.google.com sobre el caso y de momento no hay una solución satisfactoria ; al menos hasta la semana pasada que tuve mi Nexus One si me di cuenta que gastaba más de lo común batería ya que con Froyo 2.2.1 la batería me duraba al 100% dos días exactos y con la 2.3 debía cargarlo dos veces por día porque el celular ya no resistía.