Análisis, Fitbit Sense: un smartwatch orientado en salud con muchas restricciones

Análisis, Fitbit Sense: un smartwatch orientado en salud con muchas restricciones

 
 

La pandemia ha golpeado fuerte a nivel mundial y no solo económicamente, sino también física y mentalmente, por lo que diversas empresas han empezado a apostar por los wearables orientados en salud y una de las empresas que más fuerza le ha dado a estas actividades es Fitbit, ahora parte de Google.

Fitbit ha tenido varios lanzamientos en los últimos doce meses, pero sin duda el más importante es el Fitbit Sense, su smartwatch más avanzado y ambicioso hasta la fecha.

El Sense ofrece una gran pantalla OLED, sensor de ritmo cardíaco, podómetro, monitor de nivel de saturación de oxígeno (SpO2), sensor electrodérmico, medidor de calidad de sueño, GPS y más, sino que también está potenciado por el sistema operativo de Fitbit que si bien es más completo que el de la mayoría de cuantificadores aún está por detrás de lo que ofrece Apple y Samsung en sus smartwatch.

El nuevo smartwatch de Fitbit es ideal para los deportistas y para cualquier persona que busque mejorar y controlar su salud, tanto física como mental, pero como smartwatch aún es un poco inconsistente.

¿Vale la pena el Fitbit Sense? Vamos a averiguarlo. Para este análisis hemos usado el producto 4 semanas junto a un iPhone 12.

 

Diseño y construcción


 

A diferencia de modelos anteriores, el Fitbit Sense es uno de los wearables más fáciles de usar en el día a día, es pequeño y ligero y tiene una muy buena construcción. Fitbit usa metal y policarbonato, al igual que en los teléfonos el primero está en el marco, mientras que el resto del cuerpo usa el segundo componente.

A diferencia de los Versa, el Fitbit Sense no tiene ningún botón físico. De hecho cuando abres el producto la única forma de encenderlo, al igual que cuando lo apagues, vas a tener que conectarlo a su cargador para que encienda. ¿Por qué sin botones? Pues Fitbit ha decidido optar por un botón sensible a la presión con los que tendrás que acostumbrarte, los primeros días te será algo difícil pero al pasar el tiempo se hará más sencillo y menos confuso.

El Fitbit Sense está disponible en dos colores: negro carbón y blanco marfil, en este review hemos probado este último que más se asemeja a dorado. La correa que se incluye es del tipo TPU y es ligeramente más corta que las convencionales, así mismo en dos ocasiones me ha generado «ronchas» por lo que no sé si es hipoalergénica.

 

Todo entra por ahí


 

Si bien el diseño es atractivo, lo que más me ha atraído es el sistema para colocar las correas, siendo más sencillas que las opciones de Apple o Samsung. Bastará con presionar la correa en los módulos para que se conecte y para retirarla solo necesitarás mover un pequeño gancho. Súper práctico.

 

Ojo que la correa estándar sujeta fuera de lo común (aunque no fastidia en nada)


 

Cabe resaltar que las correas que usa el Fitbit Sense solo son únicas, por el sistema que ya hemos hablado, siendo compatibles únicamente con el Fitbit Versa 3. Si tienes otro Fitbit tendrás que comprar correas nuevas.

En el lateral derecho tendremos un micrófono y un altavoz, con los que podremos responder llamadas o activar los asistentes inteligentes, sea Google Assistant o Alexa, aunque el gran problema es que ambos no sirven en Perú y posiblemente tampoco en la región.

Ahora, hablando sobre el botón sensible a la presión, ya había mencionado que es complicado adaptarse a él los primeros días y con el pasar el tiempo te terminas acostumbrando pero a pesar de eso no se siente tan natural, en la práctica es algo «torpe».

 

El lateral izquierdo es donde se encuentra el «botón» a presión


 

La presión que hagamos no siempre es precisa y el botón algunas veces no lo interpreta bien. Por ejemplo queremos presionarlo una sola vez pero el sistema lo reconoce con una presión prolongada y activa otra función.

 

No estoy seguro si es un tema de software o hardware, pero por experiencia con Fitbit me atrevería a decir que es lo primero.

 

En la parte inferior tenemos un módulo de sensores donde nos encontramos el sensor SpO2 (pulsioxímetro) con su LED rojo e infrarrojo, en el lado inferior está el sensor de ritmo cardíaco con sus dos LEDs verdes.

 

 

Si eres deportista, el Fitbit Sense va a ser un buen compañero y es que no fastidia en el día a día. Incluso para hacer una serie de ejercicios al no tener un botón físico, no hay peligro que que hagas toques involuntarios.

 

Pantalla


 

Una de las mayores mejoras en el Fitbit Sense es su pantalla, la cual usa un panel AMOLED de 1.58 pulgadas con una resolución de 336 x 336 píxeles. Si bien parece corta para el tamaño de pantalla y dispositivo es más que suficiente.

La evolución es notorio pues el último Fitbit que probé fue el Versa 2 que tiene un panel ligeramente más pequeña y usaba una pantalla IPS. ¿Principal ventaja? Aparte que el panel AMOLED ofrece colores más vivos y un mayor contraste, la principal ventaja es la visibilidad en días iluminados, algo que hacía con mucha dificultad en el Versa 2.

El panel no es circular pero tampoco es cuadrado, es redondeado en las esquinas y a primera vista se ve más elegante que todo modelo anterior de Fitbit. Lo que sí es imperdonable es el grosor de los marcos, no hay razón para que estos sean tan grandes, el espacio perdido pudo ofrecer una pantalla más amplia y con esto más posibilidades de uso.

 

 

También tenemos un modo «always on display» que mantendrá el panel siempre encendido pero a costa de consumir mayor batería. Donde tampoco hay mejoras es en el recubrimiento oleofóbico de la pantalla, la cual sigue atrayendo varias huellas con facilidad. Esto no se ve en otros smartwatch como el Apple Watch o los Galaxy Watch de Samsung.

En cuanto a personalización, Fitbit tiene su propia tienda y con ello diversos watchfaces, pudiendo elegir el que más te guste. Lo que sí puede traerte una mala experiencia es que varias carátulas te cobran cuando las descargas, si no pagas el dispositivo queda inutilizado hasta que cambies de carátulas.

 

 

Lo peor de todo esto es que en las opciones antes de la descarga no dice que tienen un costo, posiblemente esta decisión de los desarrolladores sea para saltarse la comisión al fabricante.

 

Hardware, software y experiencia de uso


 

Al día de hoy puedo decir que el Fitbit Sense es el dispositivo, smartwatch en este caso, que ofrece la mejor experiencia en el monitoreo de salud/deporte a nivel local y eso que no es precisamente perfecto.

Hay algunos apartados donde una pulsera cuantificadora hace mejor trabajo, por ejemplo he sentido que el podómetro en el Watch Fit de Huawei es más preciso, pero en monitoreo de sueño, ritmo cardíaco y otros apartados el Sense es mucho mejor, a eso le sumamos que el software que lo acompaña es muy completo, ofreciendo muchos detalles en sus reportes.

Si bien el Sense es un smarwatch muy completo en salud, no es totalmente flexible o sencillo de usar. Ya mencioné que los reportes que ofrece son muy completos, pero en algunas ocasiones tantos datos pueden marear a los usuarios, sobretodo si no tienen conocimiento de cómo funcionan estos reportes.

 

Los reportes llegan diarios y no solo por la app. También llegan directamente a tu mail.

 

Los reportes diarios también sirven para que luego de hacer una actividad sepas cómo te has desempeñado, cómo puedes mejorar y también como motivación, buscando mejor puntuación para tu siguiente ejercicios.

 

 

En el uso diario, omitiendo las actividades de deportes, el Fitbit Sense podría ser un dolor de cabeza para algunos. A pesar de ser más caro que una cuantificadora, es un smartwatch que no es rápido, de hecho en velocidad diría que está a la par de un Apple Watch S1/S2. Las apps tardan en abrir y algunas veces se quedan colgadas.

Las notificaciones solo pueden responderse en Android, a través de voz o mensajes personalizados, mientras que en iOS solo puedas visualizarlas. Ahora, algo que he notado en estas últimas 48 horas, es que las notificaciones tardan más en llegar al Fitbit Sense que en la Band 6 de Honor. No entiendo la causa pero puede haber un retraso de hasta 10 segundos.

Algo que me fastidió las dos primeras semanas fue la interacción con el dispositivo. Ya he dicho que a pesar de sus limitaciones o restricciones, es un smarwatch muy completo en salud, pero en usabilidad es complicado pues hay muchas opciones y el orden como las coloca la empresa no es la más adecuada.

 

 

Lo que sí puede generar fastidio es el botón táctil a presión, el cual no siempre es preciso y puede confundir los toques, abriendo otra app (cuando lo presionas por más tiempo).  Los gestos también no los siento muy naturales, pero funcionan de esta forma.

 

  • Desliza hacia arriba: accedes a widgets, son seis en total (clima en mi caso)
  • Desliza hacia abajo: visualizas notificaciones
  • Desliza hacia la derecha: accedes al panel de ajustes rápidos (no molestar, modo noche, brillo, alarmas, sonido y la posibilidad de ver el estado de la batería).
  • Desliza hacia la izquierda: ves todas las apps y funciones (Fitbit – reporte-, EDA, modo ejercicio, ajustes, Spotify, entre otros)

 

Algo que sí valoro y que no he encontrado en otro smartwatch aparte del Apple Watch, es que puedes responder llamadas desde el reloj, después de todo tiene micrófono y altavoz. El único problema que he encontrado es que activar esta función no esta tan sencilla en iPhone.

 

 

Ahora, en cuanto a los sensores disponibles, mencionar nuevamente que el electrocardiograma y el monitoreo de SpO2 no están habilitados en nuestro país ni en la región, ambos son importantes y no funcionan.

 

De hecho el SpO2 funciona en todos los wearables y smartwatch que me han dado para probar y he comprado desde inicios del año pasado. El electrocardiograma sí puede tener razón de funcionamiento y es que el Watch S6 tampoco lo tiene habilitado en nuestro país.

 

El sensor electrodérmico o EDA es una de las características más interesantes de este dispositivo. Para acceder a este tendremos que estar en el «home» y deslizar hacia la izquierda, luego seleccionar EDA. Es básicamente un escaneo rápido que tarda 2 minutos, para ello debemos tocar cubrir todo el reloj con nuestra palma y después se nos ofrecerá un reporte sobre nuestro nivel de estrés, aquí también se monitorea nuestro ritmo cardíaco antes y después de la sesión. También hay una opción guiada de hasta 60 minutos, aunque para eso necesitaremos la membresía de Fitbit Premium.

Lo que sí no se entiende muy bien del sensor EDA es la puntuación, te da una cifra pero no te explica bien qué significa, normalmente mi promedio está entre 60 a 75, ¿es bueno o malo? Al final te preguntan cómo te sientes, entonces no sé qué tan útil llega a ser. Es posible que esto sea más detallado y útil con la membresía premium.

 

 

 

En cuanto al monitoreo de sueño, mi respeto con Fitbit. Es sin duda el mejor que he visto hasta la fecha, muy completo y detallado (aquí si hay información bien explicada). Tienes el tiempo que has estado durmiendo pero también las etapas de este (ligero, profundo y REM), además de varios gráficos detallados con las horas de sueño, incluida las veces que te despertaste y no te diste cuenta. Así mismo la app te califica cómo has descansado, dándote unos puntos para que mejores tu etapa de descanso.

 

 

Fitbit menciona mucho la medición de temperatura cutánea, la cual se encarga de medir la temperatura a la piel y solo lo hace durante la noche. Según el fabricante nuestra temperatura puede variar durante la noche y puede deberse desde la temperatura de ambiente o porque te da fiebre, en la última semana mi aumento de temperatura suele ser 0.7 C°, pero no me explican si eso es bueno o malo. Cabe mencionar no mide temperatura interna, por lo que no funciona igual que un termómetro.

Finalmente tenemos el caso de los promocionados asistentes de voz que en nuestro país, aunque en la app se menciona región, no están disponibles. Google Assistant y Alexa no pueden ser usados, así cambiemos nuestra cuenta a Estados Unidos, queda claro que es una limitación basada en localización.

Lo que me queda claro es que para aprovechar el software y varios de los sensores, así como los modos de entrenamiento, es indispensable usar la membresía Fitbit Premium, de lo contrario no podrás sacarle provecho.

Con esto confirmo que el Fitbit Sense es un monitor de salud y deporte muy completo, pero para saber más detalles y guías tendremos que pasar por caja mensualmente, de lo contrario habrán datos que no podremos interpretar y opciones un poco limitadas.

 

Batería

En cuanto a autonomía, el Fitbit Sense tiene un buen papel pero no deslumbra como las pulseras cuantificadoras y es que, al fin y al cabo, es un smartwatch. Eso sí, tiene una mejor autonomía que sus rivales más directos, como el Apple Watch SE/S6 y el Galaxy Watch3.

Usándolo como un usuario de smartwatch, no con deportes, el promedio de autonomía es de 6 días pero sí haciendo algo de ejercicio, como salir a caminar. En este uso también mencionar que respondía toda llamada con el reloj y las notificaciones activadas siempre.

 

He jugado Just Dance 3 con el Fitbit Sense pero no reconoce baile como ejercicio, debes colocarlo en la categoría de Otros y finalmente reconoce los movimientos pero las calorías quemadas son exageradamente mayores a las de otro smartwatch

 

Usando el «always on display» la autonomía se recorta hasta unos 2 días y medio de uso. Si decides usar el GPS la vida de la autonomía también se recorta hasta la mitad de lo que normalmente suele durar.

El tiempo de carga del Fitbit Sense es de 70 minutos, un poquito por encima del promedio en smartwatch. Lo que sí se agradece es el uso de un cargador magnético y ya no uno propietario, aunque hubiera sido ideal que sea inalámbrico y así poder usar también un cargador inalámbrico o carga inalámbrica inversa de nuestro teléfono.

 

Conclusiones


 

Me gusta

  • Diseño sobrio y elegante
  • Pantalla brillante
  • GPS (ideal para deportistas)
  • Buen cuantificador
  • El Sensor EDA es bastante útil
  • 6 meses gratis de Fitbit Premium
  • Excelente monitoreo de sueño
  • El sistema de correas es súper práctico
  • Puedes responder llamadas desde tu muñeca
  • Buena autonomía

Mejorable

  • Los marcos son enormes
  • Se queda entre cuantificador y smartwatch.
  • Responder notificaciones en iPhone aún no es posible. En Android sí es posible.
  • Para aprovechar al máximo el reloj necesitaremos suscribirnos a Fitbit Premium (gasto adicional mensual). Se usan los 6 meses gratuitos y luego tendremos que pasar por caja

No me gusta

  • No hay soporte, al día de hoy, para Assistant y Alexa
  • Monitor de Sp02 no disponible
  • Electrocardiograma no disponible
  • Algunos reportes, como la métrica de estrés, puede ser muy confusa

 

El Fitbit Sense es un smartwatch con un diseño atractivo, autonomía por encima del promedio y una muy buena pantalla. El software también es su fuerte dentro de la app pero se queda a medias entre una pulsera y cuantificadora. No consigue destacar en ambos apartados, está en medio de dos tierras.

Por ejemplo, he tenido algunos problemas con el podómetro y es que en algunas ocasiones no eran tan preciso como sus rivales en Apple y Samsung, y se me asemeja más al de productos del tipo banda o pulsera cuantificadoras de Xiaomi, Honor o Huawei; mientras que como smartwatch se queda a medias por no ser tan «inteligente y completo» como sus rivales directos, además de tener varias restricciones. Esto último también se ve como cuantificador y es que algunas funciones ya mencionadas como SpO2 o el electrocardiograma no están disponibles hasta la fecha y están restringidos por región.

El monitoreo de sueño es uno de sus puntos fuertes y es que a la fecha, en comparación con otros productos, ofrece datos bien detallados de todo lo que sucede mientras duermes. El monitoreo de ritmo cardíaco es muy preciso, al mismo nivel que el Watch3 y el Apple Watch (S4 en adelante) y marca una diferencia con las pulseras cuantificadoras.

 

 

La combinación de pantalla y diseño lo hace muy atractivo en el día a día y, por si tienes dudas, combina fácilmente con cualquier outfit que quieras usar.

El software sí es muy detallado y básicamente te informa absolutamente de todo, siendo el más completo en los de su tipo pero así como es muy completo no se explica totalmente todos los reportes y datos que obtiene el reloj, por lo que al final no termina siendo completamente útil para el usuario.

Todo cambia cuando solicitamos la membresía de Fitbit Premium ($9.99 por mes), la cual da 6 meses gratuitos por la compra del Sense. Con esta membresía los datos son más precisos y varios ejercicios guiados que son de mucha ayuda pero no sé que tan bien dispuestos estén los usuarios a pagar una suscripción mensual para mejorar la experiencia de uso.

Si bien el Fitbit Sense es un producto de muy buena calidad, sus rivales ofrecen lo mismo por un precio similar y no tienen las restricciones que sí posee este dispositivo, a esto sumamos que son smartwatch con tienda de apps más completas y pueden ser autónomos. Donde sí hay ventaja claro en el producto de Fitbit es en monitoreo de salud, creo que al día de hoy es el más completo.

El Fitbit Sense tiene un precio oficial de S/1499 (sujeto a variaciones por descuentos) en nuestro país, tanto en Ripley como en Falabella, y personalmente sí pienso que es un buen dispositivo al que le falta un lavado de cara para ser mucho mejor. No puedo exigir que haga un mejor papel como smartwatch porque sé que no es tan sencillo, pero creo que corrigiendo las restricciones actuales sin duda puede ser tomado en cuenta.

 
 

Dejar una respuesta

comment-avatar

*