Ayer se confirmaba la muerte anunciada del Galaxy Note 7 por parte de Samsung, pidiendo a todos sus usuarios que devuelvan sus equipos para una pronta devolución de su dinero, mientras investiga lo ocurrido en su phablet estrella.
El problema del Galaxy Note 7 le estaría costando a Samsung más de 17 mil millones de dólares, una enorme suma que no será tan fácil de recuperar, por lo que Samsung ya habría pensando en una solución a corto plazo.
Desde hace un par de horas, los diversos proveedores de Samsung han confirmado que la empresa les ha pedido intensificar la producción de los componentes para la fabricación del Galaxy S7, Galaxy S7 Edge y Galaxu A8, todo esto para tratar de frenar las pérdidas ocasionadas por el Galaxy Note 7.
Si bien hay una buena cantidad de Galaxy S7 y S7 Edge aún en distribución, Samsung había empezado a producir su Galaxy Note 7 para venderlos en su campaña navideña, por lo que no había renovado la fabricación de nuevas unidades de sus actuales gama alta y no tendría suficientes equipos para lograr márgenes de ganancia antes de finalizar el año.
Sí, el Galaxy Note 7 está muerto pero el Galaxy S7 y S7 Edge son teléfonos excelentes que podrán resistir el golpe hasta la llegada del Galaxy S8, el cual ya tendría fecha de presentación.
Fuente: Sammobile
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