realme 7 pro ¿Vale la pena?

realme 7 pro ¿Vale la pena?

En estas últimas semanas, hemos visto como una a una han ido apareciendo en el mercado nuevas marcas chinas, que hasta el momento solo se vendían de manera “no oficial”, pero que ahora llegan por todo lo grande a competir con las marcas ya establecidas localmente, decididas a quitarles partes del pastel del mercado de smartphones.

Una de ellas es realme, la cual tiene como a uno de sus primeros grandes representantes al realme 7 pro, un gama media alta que de primera impresión se parece mucho a lo que ofrece el resto de la competencia, pero que en la cancha se muestra algo más interesante.

 

 

Y es que, sin afán de menospreciarlo, cuando lo vimos y tocamos por primera vez nos encontramos con un equipo bastante estándar para el segmento de precios en el que se maneja. Un teléfono de policarbonato, todo pantalla, con un hoyo en la parte superior izquierda para la cámara frontal y que no tiene certificación alguna contra el agua y polvo (aunque sí que anuncia tener una capa repelente al agua).

Eso es sobresimplificar el factor diseño, sí, pero es lo que encontraremos. Aunque cabe destacar dos cosas. La primera es que, a pesar de ser plástico, el teléfono se siente muy bien en la mano por la calidad del polímero, algo que quizás pase a un segundo plano porque siempre lo usaremos con un case protector (que viene en la caja por cierto). Lo segundo es que el realme 7 pro integra un sensor de huellas bajo pantalla con un desempeño bastante satisfactorio, con unos niveles de precisión y rapidez que debemos decir están sobre el promedio para la gama de precios.

Este se verá complementado con un sistema de reconocimiento facial, del que ya hablaremos más adelante.

 

 

Sí, no creemos que el realme 7 pro se destaque mucho por el lado del diseño, pero una vez encendida la pantalla tenemos la primera característica vendedora del equipo, su pantalla de 6.4 pulgadas, en resolución FHD, con tecnología AMOLED. Una pantalla que debo decir me sorprendió, tanto a nivel de nitidez como en vibración de colores, al punto que debería decir que, salvo excepciones bastante marcadas (como los tope de la serie A de Samsung) es de las mejores en su rango.

Un detalle a tomar en cuenta es que el teléfono viene con mica de fábrica, pero al menos es de buena calidad. Tras 3 semanas de uso, no están las rayas y las manchas que suelen aparece en algunas micas.

 

 

Con respecto a sus entrañas, al poder dentro del teléfono, tendremos según la hoja de especificaciones un Snapdragon 720G de Qualcomm, lo cual es digno de resaltar, porque si bien no queremos generalizar y decir que otros procesadores, como los de Mediatek, son todos malos, debemos decir que el tener un Snapdragon nos asegura cierto nivel de rendimiento en la mayoría de apps que encontraremos a nuestra disposición, en especial con los juegos, aunque esto tiene que ver más con un tema de optimización al momento del desarrollo que con la potencia bruta que nos pueda ofrecer el procesador.

La RAM será de 8GB, con lo cual no tendremos ningún problema en multitarea, y el almacenamiento será de 128 GB con la posibilidad de expansión vía micro SD, por lo que el tema del espacio no debería ser un inconveniente para casi nadie. Para mi no lo fue al menos.

¿Sirve todo esto si la batería del teléfono es una basura? Pues no. Afortunadamente para nosotros la del realme 7 pro es desde el vamos bastante grande, con 4,500 mAh, los cuales nos permitirán llegar al final del día sin verdaderas limitaciones. Aunque lo que más digno de resaltar el sistema DART de carga rápida (que se incluye en la caja) que literalmente me voló la cabeza. Hablamos de ver cómo el teléfono va subiendo de 15%, a 16%, a 17% y así, en cosa de segundos. En verdad es lo que más me ha impresionado del teléfono y puede llegar a ser determinante si eres de las personas que olvida cargar el teléfono hasta que se da cuenta que tiene que salir y solo le quedan 10 minutos para ver hasta donde llega. Alucinante de verdad.

Sobre la capa de realme, debo decir que respondió mejor de lo que esperaba, y eso para mi es no entorpecer la experiencia con agregados inútiles o funciones que solo relentizan el sistema en lugar de aportarme algo útil.
Lo que más usé fue el reconocimiento facial, aunque debo decir que me terminé inclinando por usar principalmente el sensor de huellas en pantalla.

 

 

En el apartado fotográfico me encontré con una cámara de 64 MP que cumple bastante bien en situaciones de buena luz y que baja un poco su desempeño en situaciones de baja luz, lo cual es bastante normal en esta gama de teléfonos. Con la gran angular la diferencia es incluso más notoria.

Lo que me agradó probar fue el modo macro, una particularidad, que cada vez más fabricantes viene agregando, que te permite jugar un poco tomando fotos a objetos muy pequeños. Lo malo es que después de probarla no regresé mucho más a ella, aunque siempre será bueno tener la opción para cuando decida volver a ella.

 

 

 

 

 

 

 

¿Se me olvida mencionar algo más? Pues el jack de audio para audífonos quizás, aunque ya no es algo tan digno de resaltar como hace un par de años.

 

 

Ya terminando la reseña, como palabras finales, diré que el realme 7 pro es un equipo que me ha sorprendido. Y es que al verlo no pensé que sería demasiado diferente a otros teléfonos de marcas chinas que han llegado al mercado, pero tiene puntos clave bastante fuertes, como su pantalla o su desempeño, que lo hacen una opción bastante sólida al momento de elegir un teléfono de su gama de precios.

Y por cierto, ¿de cuánto precio estamos hablando? Pues la última vez que lo vimos disponible estaba rondando los 1,200 soles, aunque actualmente se encuentran agotados en todos sus canales de venta, con una promesa de reposición por parte de la marca para dentro de los próximos días.

 

 

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