Semanas atrás les comentábamos que en Corea se había descubierto un gravísimo caso de corrupción que involucraba al Gobierno de turno y al máximo representante de la empresa coreana de mayor éxito hasta la fecha, Samsung.
Lee-Jae-Yong, actual Vicepresidente de Samsung y heredero de la empresa, recibió una orden de arresto por soborno y tráfico de influencias, si bien habían varias pruebas en su contra la denuncia fue desestimada por el Tribunal de Seúl. Ahora, un mes después, Lee se encuentra bajo arresto.
Lee habría sobornado al Gobierno coreano a través de Choi Soon-sil, la llamada “Rasputiana Surcoreana” y principal responsable del escándalo político que está viviendo Corea del sur en los últimos meses.
Choi habría ayuda a Lee en la transferencia de la presidencia y acciones de Samsung, así como la facilidad para que dos divisiones de la empresa coreana se fusionarán sin ningún problema.
El caso es tan grave que involucra también a Park Geun-hye, recientemente destituida de la presidencia de Corea, por lo que los medios, así como la Corte de Justicia estaría marcando un antecedente nunca antes visto.
El monto del soborno que entregó Lee fue de 37 millones de dólares, dinero que habría sido repartido a distintas organizaciones vinculadas a Choi Soon-sil. Gracias a este «incentivo», el Gobierno no le puso ninguna traba a los planes que tenía el magnate.
En caso Lee Jae-yong sea declarado culpable, las hermanas de este serían las encargadas de tomar las riendas de la empresa, aunque corren los rumores que la junta directiva decida elegir a un tercero fuera de la familia.
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