En el 2013 Samsung lanzó el Galaxy Gear, su primer reloj inteligente, el cual a pesar de ser bastante lento, pesado y caro, marcó el inicio de lo que parecía ser la venida y auge de la era de estos dispositivos. Después de todo, en el siguiente año hubieron decenas de fabricantes que se unieron a esta moda y apostaron por lo que parecía ser el futuro.
Hoy, más de 3 años después de ese lanzamiento, podemos decir que los smartwatch no eran ese futuro que tanto anhelábamos y estamos siendo espectadores de primera fila de lo que ya desde hace un tiempo es la crónica de una muerte anunciada.
Quizás podríamos hacer un símil con lo que pasó con las tablets, dispositivos que se pusieron muy de moda alrededor del 2011 y que unos años después sigue sobreviviendo, con ventas son considerablemente menores a las de sus mejores tiempos. Podríamos, pero en verdad son casos totalmente opuestos.
En el caso de las tablets, al haber tantos fabricantes y al venderse estas a un precio tan bajo, hubo una temprana saturación del mercado, por lo que ya no había mucho campo para crecer. Tampoco ayudó mucho que, a pesar de contar con una, el usuario promedio haya preferido y prefiera ahora mismo usar su teléfono inteligente para casi todas las actividades que podría realizar con una tablet, en especial ahora que el estándar de los móviles está alrededor de las 5.5 pulgadas de pantalla.
Lo de los smartwatch ha sido sustancialmente diferente. Y es que desde el principio, e incluso hasta ahora, estamos hablando de dispositivos accesorios que no han llegado a convertirse en necesarios para los usuarios, por lo que su usose siente más como un plus que como algo que se deba considerar tener para cubrir un fin específico. Una necesidad.
Así, hablando de mi caso en particular, a pesar de contar con un smartwatch, estoy plenamente convencido que el día que me quede sin carga o lo olvide en casa, no voy a sentir que me falta algo.
Tampoco ayuda el hecho de que estén en la mayoría de casos más caros que un smartphone de gama media.
Apple Watch
Esta situación ha provocado que en este trimestre se hayan vendido apenas 2.7 millones de estos dispositivos, mucho menos que los 5.6 millones que se vendieron en el mismo período del año pasado.
¿Entonces qué esperar del mercado de los smartwatch? Pues ya veremos que sucede con la llegada de la próxima versión de Android Wear y cómo se desempeñan los últimos Watch de Apple, sinceramente ya no creemos que esto se convierta en la nueva gran moda, pero quizás subsistan como hasta el momento subsisten las tablets. Perennes, pero muy lejos de ser relevantes.
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