Mi atracción por los smartphones data de hace ya muchísimos años. Se podría decir que el gusto nació incluso antes de tener mi primer dispositivo inteligente, un N96 de Nokia que me acompañó por un par de años, hasta que terminé por animarme a probar un móvil con pantalla táctil. Y eso que estábamos plena moda de los Blackberry.
Desde esa época -hablo del 2009 aproximadamente- las cosas han cambiado una barbaridad, no solo con los smartphones en sí, sino con todo el ecosistema que los rodea.
Ahora todo gira en torno al smartphone.
El centro del universo
Esto ha sido posible gracias al avance de la tecnología y al avance de la industria. Ahora los teléfonos son mucho mejores que antes, más capaces, más «inteligentes». Además, gracias a su popularidad, su construcción se ha masificado a tal punto que el mercado parece haberse saturado de fabricantes y de equipos, lo cual no es del todo cierto al haber todavía en el mundo varios mercados sin un acceso generalizado a ellos.
Y eso es justamente el trasfondo de este texto, el llegar a la gran tarea pendiente de los smartphones en el mundo, la cual es básicamente su democratización y que, eventualmente, puedan convertirse en dispositivos al alcance de cualquier persona en el mundo, incluso de las más pobres y olvidadas.
En África hay cada vez más smartphones
Ya a estas alturas el mejorar lo que ya tenemos en un terminal gama alta no es tan necesario como el hacer que los terminales baratos sean más baratos y competentes. Después de todo, lo que puede hacer un iPhone 6s, un G5, un Galaxy S7 o un Lumia 950 será más que suficiente para cubrir las necesidades de rendimiento y de conectividad de casi cualquier persona.
Y sí, hay por estas épocas opciones que nos parecerán suficientemente competentes y con precios bastante accesible, en especial aquellas llegadas desde China, pero todavía hay lugares donde hasta esos precios tan bajos resultan prohibitivos. En África, por ejemplo, todavía es mayor la cantidad de feature phones (teléfonos básicos) que la de smartphones, aunque existe una tendencia a que esto cambie para principios del 2017.
Menos de 3 de cada 10 peruanos tiene acceso un smartphone
Tampoco hay que ir muy lejos, ya que inclusive aquí, en nuestro querido país, menos de la tercera parte de la población tendría acceso a este tipo de dispositivos, lo cual confirma que hay mucho por hacer todavía en este terreno.
Y definitivamente, no vamos a pedirles a las grandes compañías que dejen de innovar y presentarnos smartphones cada vez más potentes y atractivos haciendo uso de toda la tecnología que el dinero pueda comprar, pero también les pedimos que, así sea en memor medida, le den algo de cariño a su gama de acceso. Que sepan que hay millones de personas en el mundo que lo necesitan.
Ojalá y sea más temprano que tarde.
Interesante opinion de tu parte, sin embargo no es que todo mundo desee un smartphone, aunque te parezca increible hay personas q son felices con sus feature phones.