Hace unos meses se reveló que la mayoría de procesadores de Intel eran susceptibles a las brechas de seguridad Meltdown y Spectre. Desde entonces, la compañía habría recibido ya cuando menos 32 demandas referentes al tema.
Naturalmente, lo que las demandas buscan es una compensación económica, tanto por los daños causados por las vulnerabilidades de seguridad como por las medidas que tuvieron que implementarse para evitar que esta afecte más equipos.
Por supuesto, desde que se revelaron los problemas, tanto Intel como los demás afectado han estado implementado actualizaciones para eliminar las vulnerabilidades, pero esto no parece haber detenido a los demandantes, quienes siguen con sus procesos pendientes y que seguramente no estarán contentos hasta obtener lo que están pidiendo de Intel.
Ya veremos qué pasa en los próximos meses, pero Intel va a tener que ir con cuidado a partir de ahora.
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