Reporte de EEUU asegura que Huawei puede espiar en redes móviles a nivel mundial

Reporte de EEUU asegura que Huawei puede espiar en redes móviles a nivel mundial

 
Actualización: Huawei ha respondido a EEUU.
 

Hoy en un nuevo episodio de te acuso sin pruebas, funcionarios de EEUU habrían afirmado que Huawei tiene la capacidad de usar puertas traseras para espiar a usuarios de redes telefonía que usan equipos de la misma marca.

No es la primera vez que se toca un tema tan relevante como la privacidad y seguridad, pero en todos estos años de acusaciones y negaciones, EEUU nunca ha mostrado pruebas y según el reporte del Wall Street Journal el gobierno estadounidense habría empezado a compartir su información de inteligencia con otros países.

Recordemos que Huawei, el gigante asiático y número 2 en venta de dispositivos móviles, la está pasando relativamente mal por la prohibición aún vigente del Departamento de Comercio de EEUU, quien ha bloqueado el acceso a los servicios de Google por parte de la empresa china y, por lo tanto, todos sus nuevos smartphones de este año no estarán llegando con la suite de Google, es decir sin Assistant, Maps, Play Store, YouTube y otros.

 

El negocio principal de Huawei no son los dispositivos móviles, sino las telecomunicaciones (desarrollo y construcción de redes)

 

Pues bien, volviendo a la nueva acusación, el WSJ menciona que EEUU tuvo en reserva dichos informes de inteligencia hasta finales de año, fecha en la que se compartió con países aliados como Reino Unido y Alemania. Se desconoce si los dos últimos países tomarán cartas en el asunto aunque todo apunta a que no, ya que las redes de sus principales operadores han sido desarrolladas por el fabricante chino.

Esta habría sido la primera vez que Estados Unidos habría mostrado pruebas, ya si son reales o no se desconoce, cuándo anteriormente mencionaban que no era necesario mostrarlas pues la relación entre Huawei y el gobierno chino era muy evidente.

Citando uno de los párrafos del WSJ, uno de los funcionarios de EEUU mencionó «que desde el 2009 observaron los primeros equipos 4G que habrían tenido acceso a una puerta trasera». Irónicamente se negaron a responder cuándo el medio les preguntó directamente si el gobierno estadounidense ha observado acciones maliciosas por parte de Huawei.

Si nos basamos en los reportes del gobierno estadounidense, el temor proviene de los fuertes lazos que comparte Huawei con el gobierno chino. Aunque obviamente el problema también es comercial ya que Huawei se expande rápidamente en el mercado de las telecomunicaciones, a tal punto de no solo ser el líder en cuota de mercado, sino también en marcar la pauta de innovación.

Las puertas traseras sí existen en los dispositivos móviles actuales pero están restringidas netamente a las fuerzas del orden público, a las que se les conoce como «interfaces de interceptación legal». Ahora EEUU ha acusado a Huawei de contar con un servicio similar que les permite acceder a la misma información.

¿Cómo funcionan las interfaces de interceptación legal? Pues básicamente es una interceptación legal que recibe uno o varios dispositivos que dan al usuario de la interfaz acceso a todos los datos e información que se han transmitido a. través de la red, aunque están enfocadas en mensajes de texto y llamadas telefónicas.

Todos los fabricantes de dispositivos móviles hacen sus dispositivos para que no puedan tener acceso de esta función en el futuro, pero EEUU menciona que Huawei se habría saltado esta restricción.

Las pruebas que habría mostrado el gobierno de Donald Trump a funcionarios de Reino Unido y Alemania, así como a las principales operadoras de telecomunicaciones de dichos países, habría sido catalogada como una «pistola humeante» según información dada por el Wall Street Journal.

Este reporte llega semanas antes que en Alemania empiece el debate sobre el proyecto de ley que permitiría a Huawei hacer la infraestructura paras las nuevas redes 5G en dicho país.

Lo único claro es que EEUU seguirá en batalla contra Huawei, así no tenga pruebas que mostrar.

Fuente: Wall Street Journal

 

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