¿Aún vale la pena el Samsung Galaxy S7 Edge?

¿Aún vale la pena el Samsung Galaxy S7 Edge?

 

Un día antes de iniciar el Mobile World Congress del año pasado, Samsung presentaba el Galaxy S7 y S7 Edge, dos teléfonos que mejoraban todas las carencias de sus antecesores y que demostraban que los coreanos podían estar muy por encima de la mayoría de sus rivales.

De los presentados, el que más robaba las miradas era el Galaxy S7 Edge por su fino diseño y su pantalla curvada, la cual podía enamorar a más de uno, sobretodo una vez que la encendías y veías sus brillantes colores gracias a la tecnología AMOLED.

Pues bien, luego de 9 meses de su presentación y luego de usarlo esporádicamente durante todos estos meses, ¿Aún valdrá la pena el Samsung Galaxy S7 Edge? Vamos a averiguarlo.

A diferencia de sus otros rivales, sea el HTC 10, LG G5, Xiaomi Mi5 o Sony Xperia XZ, el Galaxy S7 Edge era el equipo preferido por la mayoría de medios gracias a su preciosa pantalla, gran autonomía, potencia bruta y una cámara que sin duda se encuentra en el TOP 3 de las mejores.

 

Una pantalla que enamora

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Seas fan o no de las pantallas AMOLED, solo podemos decir que la pantalla del Galaxy S7 Edge es perfecta. Sí, los colores serán más saturados de lo normal, pero no podemos negar que se ve muy bien en cualquier condición.

Un contraste altísimo, una mejora en los balances de blanco, excelente definición de colores y un brillo altísimo son las principales cualidades de la pantalla Super AMOLED de 5.5 pulgadas con resolución QHD de este equipo, pero sin duda lo que resalta la pantalla es su pantalla curvada.

El Galaxy S7 Edge, al igual que su antecesor, cuenta con una pantalla curva que puede enamorar a cualquiera, el problema de esta es que solo aporta estéticamente, porque en utilidad solo entorpece la experiencia del usuario. ¿Por qué? Las curvas solo hacen que tengamos «toques fantasmas» que nos obligan a presionar 2 o 3 veces un icono o una tecla para una acción, sin contar que el software necesita pulir las fallas de la generación anterior y, lo peor de todo, es que si lo usabas echado mientras estabas en tu cama escribir era literalmente imposible, por supuesto esto se soluciona con una funda, ¿Pero como quitarle el principal atractivo a este equipo?

 

Una bestia en especificaciones, pero con rendimiento común

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No me mal interpreten, el Galaxy S7 Edge es una bestia parda en todo sentido, con un hardware literalmente idéntico frente a todos sus rivales, entre los que nos encontramos un procesador Snapdragon 820/Exynos 7420, 4 GB de RAM y memoria interna de 32 GB ampliable vía microSD. Entonces, ¿Por qué no tiene el mismo funcionamiento que otros equipos similares? Por Touchwiz.

TouchWiz ha mejorado muchísimo, es más bonito, pesa menos y cuenta con más funciones, pero a pesar de esto presenta ser un lastre en el dispositivo en algunas oportunidades, donde el equipo se «lagea» por extrañas razones, algo de lo que no sufren sus rivales con el mismo hardware.

La experiencia en uso es bastante buena, excepto por el detalle anterior, donde sí jamás tuve problemas fue a la hora de jugar, donde Samsung le ha metido mucho empeño para tener un software propio que aprovecha la API de Vulkan para sacarle más provecho a los gráficos.

Posiblemente lo que más me desagrado del teléfono fue su lector de huellas, literalmente idéntico que el de sus antecesores y con todos sus errores, ahí es donde Samsung sí necesita mejorar. Ah sí, Samsung se volvió a olvidar de la Radio FM.

Finalmente, para cerrar este apartado, si eres un audiófilo es posible que el Galaxy S7 Edge te lleve una decepción. El actual buque insignia de Samsung no es nada malo en audio, de hecho es bastante decente, pero está lejos de la calidad que ofrece el HTC 10 o el LG V20, dos teléfonos con DAC dedicados.

 

Una cámara para gobernarlo a todos

 

El aspecto fotográfico ha sido uno de los más reñidos en el 2016, pero a pesar de ello podría decir que el fabricante que ha salido mejor parado de todos fue Samsung.

La cámara trasera del Galaxy S7 Edge llegaba con dos sensores distintos según tu suerte, entre los que encontrábamos el ISOCELL SK52L1 (sensor de casa) o el IMX260 de Sony. ¿El resultado? Magnífico en cualquiera de los dos.

Una cámara que no necesita cambiar parámetros o usar el modo «Pro» (qué de hecho no funciona tan bien como pensaba) y que en automático cumple el 99% de las veces con imágenes vibrantes y llenas de vida.

En condiciones de baja iluminación la cámara del Galaxy S7 Edge es la que mejor se defiende junto a la de los Pixel de Google gracias a su apertura f/1.7, con lo que atrae más iluminación.

¿En dónde sí no tiene rival? A la hora de grabar vídeo, la definición y calidad del vídeo solo puede ser comparada con la que ofrece Apple en el iPhone 7 Plus, después podría mencionar al LG V20 o a los Pixel de Google, pero en vídeo Samsung ha hecho un trabajo magnífico.

Si buscamos un teléfono que se asemeje lo más parecido al Galaxy S7 en resultado fotográfico tenemos a los Pixel de Google, quienes le ganan en este apartado, o al iPhone 7 Plus, estos dos teléfonos también tienen la ventaja de apuntar y disparar, no es necesario cambiar parámetros. Ya si eres un usuario con conocimientos de fotografía podrías pensar en un LG V20, LG G5 o Lumia 950/950 XL.

 

Una batería para todo el día

 

Cuando pensamos en teléfonos con una gran autonomía, pensamos en los últimos equipos de Huawei o en la mayoría de teléfonos de Xiaomi, pero Samsung no se queda atrás con el Galaxy S7 Edge.

El Galaxy S7 Edge cuenta con una batería de 3,500 mAh, la cual posee carga rápida y carga inalámbrica rápida, por lo que cargarlo de cualquiera de las dos formas será suficiente para que el teléfono llegue de 0 a 100% en 1 hora y 30. Sí, hay teléfonos que pueden cargar más veloz, pero un par de minutos no hacen gran diferencia.

En el uso, el Galaxy S7 Edge puede resistirte el día más complicado sin problemas, pudiendo soportar uso intensivo tranquilamente y llegando a casa con algo de 10-20% de batería según tu uso, el promedio de pantalla encendida suele ser mayor a las 6 horas.

El Galaxy S7 Edge pasa esta prueba sin problemas y posee una batería para todo el día, por muy exigente que pueda ser.

 

Conclusiones

 
Lo bueno

  • Una pantalla magnífica (brillo, contraste … todo).
  • Una cámara maravillosa
  • Resistencia al agua y polvo (IP68)
  • Buen rendimiento, aunque no el mejor.
  • El regreso de la microSD
  • Excelente autonomía
  • Un diseño muy fino y premium

 

Lo malo

  • Un lector de huellas que pudo ser mejor
  • Las curvas enamoran, pero no aportan nada.
  • Rendimiento penalizado en algunas ocasiones por Touchwiz.
  • El vidrio trasero es un imán de huellas

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¿En resumen? Un teléfono increíble en todo sentido, con excelentes especificaciones, una pantalla maravillosa, una cámara magnífica, resistente al agua y con gran autonomía, como gran contra podría decir que el rendimiento podía ser mejor. No te confundas, es rápido pero no tan veloz como algunos de sus rivales.

A diferencia de Moto, LG o Xiaomi, Samsung no apostó por innovación, sino en mejorar las debilidades de sus antecesores y dio en el clavo, dando a todos sus usuarios lo que siempre quisieron, solo que mejor.

¿Lo considero el mejor smartphone del 2016 e inicios del 2017? El Galaxy S7 Edge es un teléfono excepcional y, en mi opinión, es el equipo más equilibrado del mercado. Sí, hay otros equipos con mejore rendimiento, con mejor diseño, más innovadoras o con cámaras más prometedoras (usando modo manual), pero para la mayoría de mortales el Galaxy S7 Edge es el teléfono que deberías estar pensando en adquirir.

 

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