[Análisis] Game of Thrones, 4ta temporada

 

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La espera se hizo larga, pero aquí estamos de nuevo, ante el estreno de otra temporada de ‘Game of Thrones’, la existosa serie de HBO basada en la serie de libros ‘A song of ice and fire’ del escritor George R. R. Martin. Después de los sucesos del fin de la 3ra temporada tenemos mucho pan por rebanar, y el final de esta historia no se ve para nada cercano, así que por ahora concentrémonos en el presente, ‘Two Swords’, el primer capítulo de la 4ta temporada se ha estrenado y tenemos con ustedes nuestras impresiones.

 

El capítulo comienza con las Lluvias de Castamere, todo esto mientras vemos a Hielo, el espadón de acero valyrio de Ned Stark, ser fundido, todo esto para ver la posterior creación de dos espadas, una para Jaime y otra para Joffrey. Tywin explica detalladamente el proceso a Jaime, mientras le expone la idea de librarlo de sus votos como Guardia Real y regresarle sus derechos como heredero de Roca Casterly, el hogar de los Lannister. Jaime declina, dejando a un enojado Tywin.

Por su parte Tyrion Lannister, quien espera algo impaciente a Doran Martell, príncipe de Dorne, quien es el invitado de honor para la boda de Joffrey y Margaery Tyrell. Tras una corta espera y la oportunidad (algo cómica) de darnos cuenta que Tyrion ha visto bastante menoscabado su poder en King’s Landing, Tyrion, Bronn y Pod van en busca de Oberyn Martell, el hermano y representante de Doran Martell como invitado a la boda real. Debido a su fama, lo primero que buscan son burdeles, donde efectivamente encuentran a Oberyn. Tras unas escenas de desnudos y violencia, Oberyn le revela a Tyrion que él ha regresado a King’s Landing en busca de justicia, justicia para su hermana (esposa de Rhaegar Targaryen), quien fue asesinada y violada en la revuelta de Robert Baratheon.

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Daenerys, nuestra Khaleesi favorita, sigue al otro lado del mundo en sus propios menesteres. Los dragones crecen cada vez más rápido y la última ciudad esclavista presenta un mayor problema que las anteriores (y con unas muestras de crueldad que enojan de sobremanera a Daenerys). Por otro lado, su relación con Daario Naharis sigue pareciendo que llegará a ser más cercana que la de una reyna con su comandante.

Regresando a Tyrion, al parecer no la tiene fácil con las mujeres. Sansa está destruida por la muerte de su hermano y su madre en la boda roja, por lo que trata de consolarla, lo cual no hace más que provocar los celos de Shae. Pero la cosa no queda ahí, Shae busca a Tyrion en sus habitaciones donde este se niega a responder a su afecto (si saben a lo que me refiero), lo cual encrespa más sus ánimos. Sansa por su parte recibe un regalo de una persona inesperada, regalo que promete tener más de una repercusión importante en el futuro cercano.

Los problemas de Jaime continuan, tras revelarle a Cersei los deseos de su padre para enviarlo a Roca Casterly y su negativa a irse por querer quedarse a su lado, recibe una fría respuesta de su hermana, quien le increpa el haber vuelto sin una mano y sin disculparse. El hecho de recibir los reclamos de Brienne para cumplir su promesa de llevar a las niñas Stark con su familia no mejora mucho el ánimo del Matarreyes.

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En el Norte las cosas se complican, con un Jon Snow tratando de convencer a sus hermanos juramentados de su lealtad a la Guardia de la Noche y del peligro que representan los salvajes. La sorpresa la pone la presencia de Janos Slynt, el ex capitán de los Capas Doradas, el mismo que traicionó a Ned Stark en la 1era temporada y fue enviado al Muro por Tyrion en la 2da. Adicionalmente los salvajes tienen algunas escenas que nos sirven para confirmar que en verdad la invasión está más cercana de lo que desearían los cuervos.

Finalmente, Arya y el Perro siguen viajando, ahora sabemos que su destino es Nido de Aguilas, lugar donde se encuentra su tía Lisa Arryn (y su extraño primo). En el camino se encuentran con hombres de la Montaña, viejos conocidos de Arya (de Harrenhal), con los que terminan trabándose en batalla, escena que sirve para que el Perro muestre de lo que está hecho y para que Arya siga mostrando su vena de asesina, además de recuperar la espada que le regaló Jon, Needle.

 

Un primer capítulo bastante correcto, que sirve para conocer a nuevos personajes y seguir la línea de algunos otros, pero que no trae demasiadas sorpresas ni emociones, al menos no de las grandes. En verdad es a lo que nos tiene habituados GoT, violencia, sexo e intriga, aunque en esta ocasión se queda un poco corto.

Las actuaciones en el mayor de los casos están a la altura, sobresaliendo como siempre Peter Dinklage en su papel de Tyrion y Nicolaj Coster Waldeu como Jaime, aunque esto va de la mano con sus personajes, quien en esta temporada deben recibir bastante carga dramática. En el papel de los niños, que a estas alturas no lo son tanto, tenemos como siempre a Maisie Williams en muy buena forma, reflejando de gran manera el cada vez más creciente instinto asesino de Arya.

Los que seguimos los libros estaremos todavía algo confundidos, básicamente porque las licencias que se tomaron los creadores de la serie incluyen haber movido algunos eventos en la línea temporal (siendo la llegada de Jaime a King’s Landing y la pelea de Arya y el Perro contra los hombres de la Montaña lo que más incertidumbre causa). Esto es bueno en cierta manera, ya que le da a la serie su propia esencia, además de darnos una que otra sorpresa de cuando en cuando.

Esperamos que el capítulo dos nos traiga más sorpresas, y aunque ya sabemos que el plato fuerte de las temporadas de GoT vienen en el capítulo 9, esta vez parece que tendremos algo de acción antes (y si han leído los libros saben a lo que nos referimos). Valar Morghulis, mis amigos.

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