[Análisis] Fitbit Charge

[Análisis] Fitbit Charge

Sin duda el 2014 ha sido el año de los wearables, a estas alturas ya no hay quien lo niegue. Y si bien lo que más nos llama la atención está en el terreno de los smartwatch, cuyo precio y autonomía aún no llegan a convencer a la mayor parte de su población, hay otras opciones interesantes, teniendo entre las más destacadas a las pulseras de ejercicios.

Estas pulseras de ejercicios no llegan a cubrir la función de convertirse en un centro de notificaciones en tu muñeca, pero lo que prometen es ser tu asistente personal para monitorear paso a paso tu actividad física, función que llegan a cumplir a cabalidad.

 

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El día de hoy vamos a analizar una de ellas, el Fitbit Charge, pulsera de ejercicios que llego para tomar el lugar del Fitbit Surge con la misma propuesta, seguimiento de tu actividad física y acceso a tus datos desde tu muñeca.

Pues bien, veamos qué tal nos fue con esta interesante propuesta de Fitbit.

Vamos a empezar por donde siempre comenzamos, por el diseño. Y es que en los wearables este apartado es incluso más importante que en otros dispositivos, porque son básicamente accesorios y tienen que verse bien. Esa es finalmente la idea ¿no?.

En el caso del Fitbit Charge, no vamos a tener ningún problema al llevarla puesta, siempre. Tenemos en esta ocasión una pulsera de goma, texturizada, la cual no llamará mucho la atención de la gente (especialmente en color negro) hasta que vean en algún momento brillar los números de la pantalla.

 

 

Es delgada, ligera, agradable al tacto, con un sistema de cierre que en un principio no parece tan seguro, pero que en el tiempo que usé no falló ni una vez.

Si les interesan los colores, está disponible en gris, azul, morado y el color negro de nuestra unidad de análisis. Definitivamente la negra será la más camufable, pero si te gustan los colores vivos la morada debería ser tu elección.

 

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Con respecto a la durabilidad, la banda no se daña por nada, pero la pantalla sí es más susceptible a arañazos, por lo que o la cuidas o le buscas un protector. Con el agua, a pesar de que dice ser resistente a ella, al parecer solo lo es a las salpicaduras, por lo que será seguro en relación al sudor y al lavarse, pero sugerimos insistentemente que no se duchen o naden con ella.

Pasando a la funcionalidad, la Fitbit Charge te permitirá medir tus pasos, distancia recorrida, escaleras subidas/bajadas y calorías quemadas, las cuales podrás verificar desde tu propia muñeca gracias a la pantalla LED y a un botón físico que nos permitirá navegar entre los diferentes indicadores. Y si por ahí que te va estar presionando el botón todo el tiempo, gracias al acelerómetro, con un par de toques firmes en la pantalla, podremos acceder al indicador que hayamos elegido previamente desde las opciones de la aplicación.

Asímismo, podrás ver un reloj, la fecha y, si lo habilitas, vibrará cuando alguien te llama al móvil, siempre y cuando este esté sincronizado en este momento. Adicionalmente, la pulsera también monitoriza tu sueño, con una precisión más que adecuada si me preguntan, pero esta información no será accesible desde la muñeca.

Ahora, hablando del móvil, a pesar de no ser necesario que esté sincronizado el 100% del tiempo para monitorizar tu actividad física, es desde aquí donde las cosas se ponen más interesantes gracias a la aplicación de Fitbit.

 

 

Esta aplicación, disponible tanto para Android, iOS como para Windows Phone, te mostrará ya no solo los datos del día, sino que a través de ella podremos ver un histórico de nuestra actividad, así como seguir un régimen alimenticio, lo cual va a necesitar que le pongas algo de voluntad al asunto.

Además, desde aquí podremos agregar amigos que también usan Fitbit, plantearnos desafíos y configurar alarmas silenciosas (vibración de la pulsera).

 

 

Sin duda uno de los más grandes agregados de usar una pulsera Fitbit es justamente la aplicación, la cual con el tiempo se ha convertido en una de las más mejores, permitiéndote acceder a una serie de estadísticas sin ponerse engorrosa en el proceso.

Pasando a la autonomía, uno de los puntos que más nos suele decepcionar en un smartwatch, con el Fitbit Charge no vamos a tener problemas, durando la batería entre 5 y 7 días con una carga, lo cual será más que suficiente para cualquier persona. Y si tu pulsera se va quedando sin energía, te avisará la pulsera, te avisará el móvil y hasta un correo te llegará para que la cargues, por lo que no habrá nunca excusas de que se te olvidó cargarla.

 

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Eso sí, el cargador es propio, por lo que vas a tener que llevarlo contigo si eres una persona que anda por muchos lugares. Sino lo puedes dejar en casa y cargarlo por la noche un par de veces por semana.

¿Qué podemos dar como conclusiones? Pues que estamos ante una de las opciones más sólidas del mercado en cuanto a pulseras de ejercicio, categoría que se podría pensar se pondría en peligro gracias a la cada vez mayor abundancia de relojes inteligentes en el mercado, pero que al parecer sigue en auge y seguirá dando vida a dispositivo como este Charge, de diseño excelente y de funcionalidad más que adecuada.

 

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Y por ahí hay algo que pensar antes de comprarlo, es que existe el Fitbit Charge HR, el cual es idéntico al Charge en funcionalidades, exceptuando que este último cuenta con medidor de pulso cardiaco, funcionalidad que hace también que sea ligeramente más caro que el Charge normal.

Agradecemos a Qempo.com por el préstamo del equipo, el cual pueden encontrar entre sus productos a la venta. Además, estarán sorteando nuestro equipo de prueba en los siguientes días, según anunciaron en su fanpage.

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